Hoy existo, mañana quizás no

Vamos, por qué cohibirse. ¿Qué quiere hacer?, hágalo. Trascurrimos por el sendero de la incertidumbre, desde el mismo concepto del "ser" nos encontramos con trabas y paradojas. Para qué desperdiciar el tiempo de vida en cuestionar nuestros instintos. 


La muerte puede sonar bastante aterradora, pero sólo para aquellos que esperan por un juicio. No ha habido una despedida sin que alguno de los que se queda lo lamente, pero qué se va a hacer, así funciona esto. Viva, maldita sea. ¿Le preocupa qué vendrá después?, se lo aseguro, esa pregunta ya se la ha hecho antes, más de una vez, y hese acá indagando en el reiterativo absurdo. Despójese de la idea de la eternidad haciendo suyo este momento. ¿Si no es ahora entonces cuándo?


No me señale si le suena a charla motivacional, pues en efecto lo es. Usted que se cree libre de todo, que cree ser, recuerde ese instante de impotencia y las palabras y/o actos que reprodujo en su mente cuando ya hubo pasado el tiempo. Una chica, un problema, un reto... ¡patético y cobarde!

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