"Un caballero no tiene memoria...

I

Sólo el número uno de una lista de mil, podría develar tus secretos y tus falacias desmentir. Sólo el número uno podría acabar en ti, sin siquiera éste tener que ponerle fin.

Alguna vez, un concejo te di, que hicieras de tu cuerpo un templo para mí, pero, ¡y que a fieles y mendigos albergaras allí!, que fueses tan caritativa nunca lo preví.

(De entender...) Dirás:

-"¡Falso Caballero! ¿Por qué me has de descubrir?, si la noche fue tan buena y hasta digna de repetir".

Pensará:

-"¡Vana Dama! ¿Qué querrá decir?, si como papel ha vivido, buscando quién quiera escribir". "Sólo te consigo flores...-él se aventurará a decir -pues de está parvada no eres más que un colibrí."

II

Pero aquella "Dama", desdichada ella, carente de cómplices y ya no tan bella, no puede callar la voz -aunque sincera- de los que por fracción de hora, sus amantes eran. Al llegar al punto de excitación extrema; Dama es Vagabunda, Dama es cualquiera.

(Si Doloso...) Te excusarás:

-"¡Magdalena!, ¡Magdalena!", "El que esté libre de pecado que lance la primera" "...Y si yo mucho pequé, más pecó la Magdalena y luego la hicieron santa, cuando vieron que era buena".

-Responderé: "Me encamaba con Venus a la hora que fuera, sin saber siquiera que Afrodita era". "Disfruta mientras puedas; Hetera, cortesana de mi pena. Tu apariencia de Diosa sólo cubre un cuerpo mortal que aún espera".

III

¡Total!

Has hallado una conclusión; verdad de la vida, causa de mi dolor: ¿¡Quién mejor para hacerte el amor, que el mejor amigo de tu verdadero amor!?

¡Total!

A un común acuerdo él y yo hemos llegado; todo quedará entre amigos, todo quedará entre hermanos.

... Y una dama no tiene pasado".